Cada vez más empresas están cambiando su estrategia de ´sostenibilidad´ por una de ‘regeneratividad’. ¿A qué nos referimos con esto? Dada la situación actual en la que nos encontramos, desbordados por desechos humanos, con montañas de ropa en desiertos alejados, cúmulos de plástico flotando en los océanos y habitando un planeta al borde de la ebullición; ha surgido un nuevo modelo que ha venido a cambiar la operatividad de los negocios. Pues ya no se trata de cómo dejar de hacer daño al medio ambiente, sino de cómo restaurar el dinamismo de los ecosistemas del planeta.
Si analizamos el término ‘sostenibilidad’ nos daremos cuenta de que este conjunto de acciones se enfoca en incrementar el bienestar y los resultados del negocio; ya que, su objetivo es reducir el impacto negativo de sus actividades creando valor ambiental, social y económico a medio y largo plazo. Por el contrario, ‘regeneratividad’ extiende la responsabilidad del negocio más allá de disminuir el impacto negativo. Este nuevo modelo aspira a buscar activamente la restauración y revitalización del sistema natural a través de prácticas basadas en “dejar de hacer menos daño”, por el de “generar mayor bienestar” reforzando los servicios ecosistémicos. Es decir, cambiar la promesa de empresa “cero emisiones netas” (Net Zero) por empresa “positiva para la naturaleza” (Nature Positive).
En los últimos años se ha comprobado que las estrategias de regeneratividad están trayendo mejores resultados a los negocios al mejorar la calidad de sus productos, la satisfacción del personal y el desarrollo de la comunidad. Ejemplos emblemáticos de empresas que vienen aplicando este tipo de estrategia son: Patagonia, Timberland, The North Face, entre otras marcas que se están asociando con organismos especializados para aplicar permacultura, diseñar productos que sigan el círculo biológico, construir sistemas de suministros sustentables, etc.
En tal sentido, te debes estar preguntando cómo empezar a construir una estrategia de regeneratividad en tu pequeña o mediana empresa. Según Julia Giannini, jefa de Medio Ambiente y Acción Climática en Bupa, una estrategia con enfoque regenerativo empieza con la misión de hacer del mundo un mejor lugar, dándole más y quitándole menos. Una institución con una estrategia de este tipo tiene un propósito, metas y valores claros, donde en cada proceso las personas y el planeta son la prioridad.
Para empezar, algunas acciones que puedes considerar implementar en tu empresa son, por ejemplo, crear cadenas de suministros que generen valor, invertir en iniciativas en la comunidad, promover un entorno seguro de trabajo, hacer esfuerzos en la recuperación del medio ambiente, construir ciudades más sanas para vivir, capturar emisiones de carbono, enriquecer los suelos de cultivo, aplicar un modelo de economía circular, crear espacios y diseños que convivan con la naturaleza. De acuerdo con André Gonçalves, editor y jefe de English Market, diseñar para la regeneratividad implica reconectarnos con nuestra humanidad: volver a aprender cómo comunicarnos y encontrar puntos en común sobre nuestras diferencias; asumir que la realidad es demasiado compleja para aplicar soluciones estándar.
Entendemos que aplicar estas estrategias no es tarea fácil, pues para lograrlo hace falta repensar para rediseñar el modelo de negocio, analizar a los actores involucrados y cimentar cada acción con un propósito firme y consciente de que aporte más calidad de vida al planeta de lo que se le quite.
Es así como, desde Retarte, estamos convencidas de que éste es el camino para lograr un impacto profundo y positivo en el entorno. Por ello, construimos y repensamos, junto con nuestros clientes, las mejores estrategias para realizar proyectos e intervenciones que estén alineados al cambio que el mundo corporativo necesita.
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